ITALIA ENTRE LAS DOS GUERRAS
Italia antes de Mussolini (1918-1922)
1º Descontento generalizado a consecuencia de la guerra.
2º Los partidos políticos preponderantes eran los católicos, partidos popular socialista y comunista.
3º El fascismo lucha por la conquista del poder dirigido por su líder Benito Mussolini (1918-1922).
4º Consolidado políticamente Mussolini y sus partidarios marchan sobre Roma (28-X-1922).
5º Los fascistas se afianzan en el poder promulgando una nueva ley electoral.
6º Impone su doctrina en el quehacer político fomentando el corporativismo y adiestramiento de la juventud y soluciona el problema religioso mediante un tratado.
7º El expansionismo fascista repercute en: conflicto de Grecia, anexión de Fiume, conquista de Etiopía, invasión de Albania.
8º Italia firma un pacto militar en Albania. Eje Roma-Berlín.
9º Una vez vencida Francia por Alemania, Italia declara la guerra a Francia.
ANTECEDENTES DE ITALIA ANTES DE MUSSOLINI (1918-1922)
Italia quedó profundamente decepcionada y al borde del desastre económico y social después de la Primera Guerra Mundial. Los italianos pensaban que habían sufrido mucho y obtenido poco, que “habían ganado la guerra y perdido la paz”.
Pérdidas italianas. – La contienda les dejó un saldo de 460.000 muertos y 947.00 heridos y 530.000 prisioneros. Los que consideraban que su intervención al lado de los Aliados, sería una ocasión para recuperar las “provincias irredentas”, acusaban al gobierno de dejarse engañar por el incumplimiento de anteriores promesas.
Insatisfacción del nacionalismo italiano. – Si bien es cierto que antiguas reivindicaciones “irrendentistas” fueron satisfechas, ya que el Trentino y Trieste pasaron a formar parte de la Corona, Fiume y Dalmacia quedaron aun como territorios irredentos, posesiones que –según los italianos– habían que contribuir a la eliminación de todo posible ataque marítimo por el Este y a transformar el Adriático en un lago italiano.
Las resistencias de los Aliados en dar satisfacción a estos anhelos causaron hondo malestar entre los nacionalistas, que veían en aquellos objetivos exteriores una justa recompensa por la aparición de Italia al conflicto y una solución definitiva del problema del irredentismo italiano.
Por otra parte, cuando los soldados italianos regresaron a sus hogares no encontraron, como esperaban ni la justicia social, ni el bienestar material, ni la tranquilidad política, porque tanto en el campo como en las ciudades campeaba la más desenfrenada explotación de las clases humildes por unos cuantos políticos sin escrúpulos. Por eso, muy pronto el pueblo lanzó sus protestas contra la vida cara, insoportable para muchas familias.
Crisis económica y social. – Estas circunstancias, unidas al creciente paro obrero y a la ruina de la economía, engendraron una crisis social de tipo revolucionario.
Aº Las huelgas se multiplicaron a partir de 1919. Más de 600.000 huelguistas piamonteses y lombardos, en 1920, se apoderaron de las fábricas e intentaron una experiencia de gestión directa de las mismas; pero el movimiento fracasó por carencia de créditos y de técnicos.
Bº Varios tumultos agrarios se desencadenaron en todo el país, principalmente en Sicilia y en la llanura del Po: los campesinos se apoderaron de las tierras no cultivadas y reivindicaban el reparto de las grandes propiedades (latifundia).
Todos estos factores crearon un clima de tensión que preludiaba la aparición de nuevas revoluciones políticas. Los gobiernos no podían mantener el orden en el país. Por eso, gran parte de los italianos apoyaron una agrupación política, resuelta a oponerse por la fuerza a la acción de los revolucionarios: los Fascios italianos de combate. Su fundador se llama Benito Mussolini.